Joy Tomkins, de 81 años, decidió que no quería ser devuelta a la vida en una emergencia médica después de la muerte lenta de su marido Malcolm.
La madre de dos hijos, que no es un enferma terminal, visitó un salón de tatuajes en enero de este año y pagó £5 para tener "No Resucitar" escrito sobre el pecho para asegurar que los médicos le respeten su "derecho a morir".
Sra. Tomkins también ha tenido "PTO"(Please turn over), y una flecha pintadas sobre su espalda para que los paramédicos lean las palabras en el pecho si se derrumba primero de cara.
La abuela de seis nietos, que sufre de artritis, enfermedad de Raynaud y la diabetes, dijo ayer que no quiere sufrir una muerte lenta y prolongada.
Ella dijo: 'No quiero estar medio muerta, quiero estar completamente muerta. Podría haber sido diferente cuando tenía 51 años, pero tengo 81 ahora.
"Todo el mundo tiene que morir algún día, pero no quiero acabar como un vegetal. Tenía la esperanza de escapar a los 70, pero todavía estoy feliz de estar viva ahora.
"Tengo miedo que la profesión médica, con la mejor de las intenciones medicas así lo espero, me mantienen viva cuando yo no quiero estar viva.
Leer en ingles en FUENTEMaEl: 8Sept-2011
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